La noche cae como condena de alma en pena,
inevitable, eterna, pasiva.
Sin prisas tomo mi espejo secreto, y trato de
mirarlo de reojo. Su reflejo, es el de mi rostro sin ti.
En esta noche callada y fría, te recuerdo.
El tic tac del reloj, marca el tiempo recorrido,
las cosas se ven más claras de noche, gracias
al espejo magico y la almohada cómplice.
Te espero fuera de mi cueva, casi desnuda, con sólo mi persona para amarte.
Te espero aceptándote como el angel caido que eres.
Te espero, refujiada en la oscuridad del cielo, cargándo la esperanza jamás perdida, de que pronto vuelvas, dejándo atras, tus sombras pasadas.
3 comentarios:
Muy interesante, trataré de no estar triste mientras me doy vueltas por tu casa bloguera...
Mientras, Te invito a Judas.cl...
Tu te das una vuelta por mi casa.. mientras me doy una vuelta por la tuya...
Saludos
ME ENCANTO J.L
"Te espero aceptándote como el ángel caído que eres"... no sé porque, pero esa frase me llegó al alma... ¿porque tendrán los ángeles caídos esa aura de belleza que hace que sea imposible no amarles? Tus palabras son maravillosas, gracias por tu comentario. Besos!
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